El señor cambió todo en mi vida”, dice Emilio Bonifacio

El capitán del equipo campeón de la Pelota Invernal Tigres del Licey, Emilio Bonifacio, expresó ser otro individuo luego de ver cómo su hijo más pequeño casi perdía la vida.

Bonifacio se encontraba de rodillas rogándole al Señor por la vida de su hijo llamado Gael, quien había presentado serias dificultades en su hígado. Al otro extremo, se encontraba su pareja, Carolina, llorando hasta quedarse sin lagrimas, mientras que en una sala un grupo de médicos hacían todo lo posible para no verse en la obligación de darle una noticia negativa.


“En ese momento le dije al Señor que me quitara todo: mi casa, finca, dinero en el banco, todo, que no me importaba comenzar de cero, pero que me dejara vivir a mi hijo”, dijo El Boni, como popularmente lo llaman, a un periodista del periódico El Caribe.

Luego de esa petición las cosas seguian iguales, el pequeño Jael tenía su rostro morado, señal de que seguía mal su salud.

“Fue entonces cuando volví a hincarme y entonces le pedí perdón a Dios por todo, prometí un cambio en mi vida si me complacía con lo de mi hijo porque los médicos no paraban de trabajar, pero el niño no respondía. Al poco rato el niño se normalizó, y aunque mi esposa y yo no dejamos de llorar por un buen rato, vi la señal de que todo sería un cambio para bien ”, expresó el capitán azul, quien conectó un batazo importante en el juego 9 de la Serie Final contra las Águilas Cibaeñas.

Luego de la obra que hizo Dios, la vida de Emilio Bonifacio fue otra. Nada de discoteca, una copa de vino en algunas ocasiones, entre otras medidas para tener la mejor relación con Dios posible.

“El Señor cambió mi vida. Tuvo que pasar lo de mi hijo, esa fue la señal, no fueron momentos agradables pero no me quejo. Dios tiene su manera de trabajar. Soy otro tipo de persona y eso es lo que importa ”, finalizó.